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Al salir de ese maldito
lugar que lo secuestraba durante una hora, que le daba una idea de lo
era ser claustrofóbico, se dirigió ha el bar en el cual
acostumbraba encontrarse con sus amigos, sus tres y únicos amigos,
Carlos; un tipo moreno, delgado, estatura de unos 1,75, Diego; pelirrojo 1,72, algo robusto y Susan; 1,69, castaña con las puntas
azules oscuras, esbelta.
Carlos: Ya te dábamos por perdido.
David: El psicólogo me
secuestro, porque me encanta estar ahí.
Susan: Me han dicho que
estabas loco, que no me juntara contigo-.Riendo
David: A mi me han dicho que
tu eres extraña, que dabas miedo.
Diego:Ya me siento
invisible.
Carlos: El próximo viernes
no puedo venir al bar, mi hermana vendrá aquedarse conmigo ya que
mis padres la hecharon de casa.
Diego:¿Qué hizo tu
hermana?
Carlos: Al parecer se quedó
embarazada.
Susan:¿Cómo fue eso?
Carlos: No se, ni quiero
saber, pero me dio esta noticia por teléfono hace unas horas.
David:¿Quien es tu hermana?
Diego:¿Recuerdas a
Yeimaly?Ella
Susan: Ella, nunca me
imaginaría eso de aquella muchacha de 17 años.
Carlos: Yo tampoco.
Llegaron las cervezas
que habían ellos pedidos antes de que yo llegara, solo tres, por
llegar tarde a Jean le tocaba ser el conductor designado.
David: Y un brindis porque de
nuevo se olvidaron de mi, eso si que es ser amigos de verdad, en
especial tu Diego, que te envié un mensaje hace 10 minutos de que ya
llegaba y no me apartaron ni una.
Susan: No te pongas así, lo
que pasa es que las pedimos como hace un cuarto de hora, no había
llegado un mensaje-.
David:Sí, Claro!!
Comenzaron a hablar,
ellos ya tenían la bebida encima y él en su total sobriedez, ni
siquiera una gota de ese líquido bendito que era amnesia de los
problemas. Ellos pidieron otras rondas, y Jean se quedó sin beber
por ser, como ya antes anunciado, el conductor designado, con cada
trago que se sometían a su cuerpo era más divertidos verlos, cada
cosa común para ellos era una misión imposible, como pararse de la
silla.
David: Estoy notando lo
ridículo que me debo ver con alcohol encima.
Diego:¿Por qué?-.Decía
mientras intentaba con anhelos pero sin esperanzas agarrar su mal
nacido cigarro y David sólo se limitaba ha alzar sus labios de un
sólo lado haciendo media sonrisa y encerrando sus carcajadas en su
pecho, ya era tiempo para largarse de ese sitio que tanto los había
acostumbrado ha embriagarse los viernes.
Carlos: Sabes que... Nos
vamos, voy a dejar la tarjeta vacía si sigo aquí-.Carlos le lanzó
con esfuerzo y como pudo las llaves a David.-Tu conduces mi
batimovil-.
Salieron de ese
lugar con aroma ha Cerveza y algo de cigarro.
David: ¿Y Susan?
Diego:Creo que esta en la
parte trasera del bar.
Guiando por
Diego llego a donde se encontraba Susan agachada y sujetando su
cabello.
David:¿estas bien?-.dando
unos pasos hacia ella.
Susan:-No te acerques-.
Recuperando fuerzas con
respiros y suspiros en el aire frío de la noche y aún agachada
estaba ella, soltó un suspiro que se oía más profundo y
desesperado que los anteriores, después se le escuchó llorar, de
forma rápida se limpió y volvió para donde David.
Susan:Estoy bien-.Asintiendo
varias veces con la cabeza y pestañando.
David: Te sentó mal la
cerveza,¿no?, la próxima vez no te dejo beber-. Pensando en que se
sentiría mejor su amiga si la abrazaba la agarró en sus brazos, sin
ninguna expresión alguna, él no sentía nada solo pena por esa
muchacha.
Se dirigieron al
auto mientras que el la sostenía por su falta de equilibrio, dejó a
Susan en su hogar, después a Diego y a Carlos con su coche, durante
su camino a su hogar, se encontró con una prostituta que aceptó,
sólo para tener una noche con sexo carnal y olvidar las penas que
por la falta de alcohol no pudo, que aunque no arreglara sus clavos
en su espalda ni los olvidaba para siempre, les distraía y gozaba
tener algo de placer nocturno y no sentir culpa después.
Al
siguiente día, día sábado, Susan le pide a David que la ayude con
su moto por medio de un mensaje de voz.
Susan por el teléfono:
Hola!!! David, quisieras que me ayudaras hoy a lavar la moto, tengo
varias tareas pendientes y tu eres el único de los tres que esta
disponible, y como tu sabes eres el último al que le pediría
algo¿Entonces vienes?
Él oyó su mensaje,
despertando con esa mujer que no conocía en su cama, algo alarmado
cayó al suelo, recordando que era la prostituta que se encontró en
la esquina, entre la tienda de comida china y otra tienda que no
recordaba.
La mujer desconocida
salió de su cama al escuchar el sónido que causó al caer del
suelo, se vistió y se largó con el dinero, parecía que esa mujer
no entendía que una prostituta no se puede quedar a dormir en la
habitación de su cliente. David se arregló de modo informal para
llegarse a donde Susan y teniendo como otra intención hacer que le
permita conducir la moto.